En la actual era de avances tecnológicos sin precedentes, la inversión en sectores clave como inteligencia artificial, aprendizaje automático, blockchain, ciberseguridad, internet de las cosas (IoT) y tecnología de la salud está generando un impacto transformador en la economía global.
Estas áreas emergentes han capturado la atención de inversores y empresarios visionarios, quienes reconocen el potencial de revolucionar industrias y mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo. Uno de los nombres más destacados en el mercado de las inversiones es Luis Treviño, presidente de Beamonte Investments, quien comparte su perspectiva sobre el crecimiento y las oportunidades en estos sectores.
“Invertir en tecnologías emergentes es estratégico por varias razones fundamentales que abarcan tanto oportunidades económicas como transformaciones sociales. Las nuevas tecnologías tienen el poder de transformar industrias enteras, desafiando modelos de negocio tradicionales y creando nuevos mercados”, menciona Treviño.
El experto indica que las empresas destinan entre 5% y 10% de su presupuesto a Tecnologías de la Información y Comunicación, y de esta cifra alrededor del 5% lo usan para innovar en Internet de las Cosas, Big Data, Analytics, entre otras tecnologías emergentes.
Aunque las inversiones en tecnología pueden requerir un compromiso inicial significativo, a menudo resultan en beneficios a largo plazo. A medida que estas tecnologías maduran y se vuelven más adoptadas, las empresas e inversores que han apostado por ellas pueden cosechar rendimientos sustanciales.
“Las empresas que adoptan tecnologías emergentes pueden obtener ventajas competitivas significativas al mejorar su eficiencia, productividad y capacidad para brindar productos y servicios de mayor calidad. Esto puede ayudarles a ganar cuota de mercado y mantenerse a la vanguardia de sus respectivas industrias”, añade el experto.
Para Treviño, la tecnología está siendo el motor del cambio en el siglo XXI. Estamos viendo cómo la inteligencia artificial y el aprendizaje automático están transformando la forma en que las empresas toman decisiones y brindan soluciones personalizadas a los consumidores. México está en el lugar 58 en el Índice Mundial de Innovación, de acuerdo con el último reporte de la WIPO, publicado a finales de 2022. Esto lo ubica debajo de países como Chile, Brasil, Tailandia, Malasia o Vietnam.
Esto resuena en un momento en que las inversiones en estos sectores se han disparado. El blockchain está revolucionando la seguridad de las transacciones y la gestión de la cadena de suministro, mientras que la ciberseguridad es fundamental para salvaguardar los datos en un mundo cada vez más digitalizado.
En el ámbito de la ciberseguridad, las amenazas digitales cada vez más sofisticadas han impulsado la demanda de soluciones que protejan los datos y la privacidad de los usuarios. Las inversiones en startups y empresas establecidas en el campo de la ciberseguridad están ayudando a desarrollar tecnologías de vanguardia para mitigar los riesgos y fortalecer la seguridad en línea.
El Internet de las cosas, por otra parte, está dando lugar a una nueva era de conectividad, donde dispositivos cotidianos están interconectados para recopilar y compartir datos en tiempo real. Esta interconexión tiene el potencial de transformar industrias como la manufactura, el transporte y la energía, optimizando procesos y mejorando la eficiencia.
En cuanto a la tecnología de la salud, los avances en genómica, diagnóstico y tratamiento están revolucionando la forma en que se abordan las enfermedades y se brinda atención médica. Las inversiones en este sector están impulsando investigaciones y desarrollos que podrían cambiar fundamentalmente la forma en que entendemos y tratamos las dolencias.
“Las inversiones en estas tecnologías están impulsando la innovación y el crecimiento en todo el mundo. Existe un tremendo potencial transformador de estas áreas, que están dando forma al futuro de la economía y la sociedad”, concluye el presidente de Beamonte Investments.