Banca Mifel, en la antesala del escándalo: trascienden nexos con FinCEN

En el radar del Tesoro estadounidense figuran nombres que, hasta hace poco, parecían intocables. Entre ellos, el de Banco Mifel empieza a destacar con mayor insistencia en foros de inteligencia financiera.

Aunque ni el gobierno de México ni las autoridades de EE.UU. han hecho una declaración oficial, lo cierto es que en los pasillos del sector bancario se da como inminente un nuevo anuncio de la FinCEN en el que se revelarán nuevas instituciones bajo sospecha de facilitar operaciones de lavado de dinero, con Mifel encabezando la lista.

Estados Unidos ha redoblado esfuerzos en su política de sanciones financieras para combatir el narcotráfico, particularmente el flujo de fentanilo y otros opioides sintéticos. La estrategia, que forma parte del programa de Acción para el Control de Narcóticos (INL), busca cortar los canales de financiamiento de los cárteles desde sus fuentes más sofisticadas: las instituciones financieras. En 2023, FinCEN colaboró con más de 150 países para rastrear flujos financieros, y México fue señalado como un «punto neurálgico».

Los antecedentes de Mifel en este contexto no son alentadores. En noviembre de 2024, la institución fue demandada en un juicio ordinario mercantil por retención ilegal de recursos, como consecuencia de la entrega indebida de datos financieros a la FGR en 2021. Ese procedimiento no solo fue declarado inválido por el Poder Judicial, sino que dejó en evidencia una actuación riesgosa del banco en el manejo de información protegida.

Con activos superiores a los 75 mil millones de pesos y una cartera diversificada en productos hipotecarios, corporativos y de inversión, Mifel se ha posicionado como un actor relevante entre los bancos medianos de México. Su participación en proyectos de infraestructura, particularmente en el sector energético y de vivienda, ha sido destacada. Sin embargo, una inclusión formal en la lista de instituciones bajo investigación por la FinCEN podría impactar seriamente su operación internacional, acceso a corresponsalías y reputación ante fondos globales.

Aunque desde el consejo directivo del banco no ha habido un pronunciamiento, diversas casas de análisis ya lo consideran un factor de riesgo reputacional.

En un entorno donde Estados Unidos busca que México colabore con mayor firmeza para erradicar los flujos financieros ilícitos, Mifel podría convertirse en el siguiente ejemplo de una nueva fase de escrutinio transfronterizo.