Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas
Los líderes empresariales enfrentan un dilema: entender qué tecnologías son más relevantes y potencialmente transformadoras para sus negocios. Esto incluso es difícil de responder para los expertos en tecnología. El amplio abanico de opciones genera dudas sobre cómo las empresas pueden invertir en tecnología para ganar.
A diferencia de otros años, en 2024 entre las tecnologías más importantes destacan la confianza digital y ciberseguridad, así como el futuro de la robótica. Lo que se considera una tendencia al alza y a largo plazo es que la tecnología se visualiza como la única forma certera de crecer y aumentar la productividad. Esto sin importar tamaño o sector económico al que pertenezca la empresa.
Así, el 72% de los líderes empresariales aseveran que emplean la Inteligencia Artificial en al menos una función empresarial. Es probable que esto se deba al rápido aumento del interés y el uso de la IA generativa que aumentó drásticamente entre 2023 y 2024.
Pero las tendencias que agregan valor al negocio, las tendencias que deben seguirse, siempre tienen estos cuatro atributos:
Valor de negocio disruptivo. Es decir, la tendencia puede resultar en un valor medible para el negocio.
Independencia. Permite a la organización trabajar en unidades más pequeñas e independientes.
Conectividad. Reduce la fricción en la conectividad de la organización.
Extensibilidad. Implica que puede dar forma y mejorar la tecnología y las prácticas de gestión de la organización.
No es necesario tener luz verde en cada uno de estos cuatro parámetros para que merezca la pena invertir en una tendencia. Pero si uno de ellos aparece rojo o amarillo, vale la pena echar un vistazo más de cerca antes de hacer un compromiso significativo.
Por supuesto tales características son el punto de partida. Se requiere indagar:
¿Esta tendencia aporta valor disruptivo al negocio? Y ¿cómo medirá la captura de valor?, ¿esta tendencia me permite hacer que mis equipos sean más independientes, por ejemplo, al automatizar la comunicación en las interfaces o reducir la necesidad de coordinación y planificación previa?. Conviene indagar, asimismo, si esta tendencia permitirá un patrimonio de TI más modular.
Por otra parte, es necesario establecer si esta tendencia aumenta la claridad en las interfaces y reduce la necesidad de coordinación. Es decir, analizar si lleva a los equipos a trabajar entre sí de manera más efectiva debido a un menor «desperdicio» en las comunicaciones. Asimismo, mirar de qué manera puede esta tendencia aprovechar los activos tecnológicos existentes. Es importante comprender qué tipos de interfaces realizarán las conexiones necesarias y con qué facilidad se pueden implementar y mantener.
Resulta crítico, asimismo, indagar si esta tendencia implicará que cambien las operaciones comerciales y los procesos de decisión para desarrollar todo su potencial…
Clarificar los objetivos a lograr en la gestión empresarial es el paso previo para implementar cualquier estrategia tecnológica y determinar las soluciones que se adoptarán y en qué áreas y momentos,