Israel entrega los cuerpos de 30 palestinos a Gaza, algunos con «signos de abuso»

El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza recibió este jueves otros treinta cuerpos de palestinos por parte de las autoridades israelíes, y denunció que algunos de estos cuerpos «presentan signos de abuso, palizas, esposas y vendajes».

«El Ministerio de Salud anuncia la recepción de 30 cuerpos de mártires, liberados hoy por la ocupación israelí y la Cruz Roja, lo que eleva el número total de cuerpos recibidos a 120», recoge el comunicado de Sanidad.

Ayer, medios palestinos vinculados a Hamás también denunciaron que algunos de los 45 cuerpos entregados con anterioridad por Israel igualmente presentaban signos de abuso y tortura.

Como parte del acuerdo de alto el fuego, Israel debe devolver a Gaza los cadáveres de 360 palestinos muertos durante la ofensiva bélica a cambio de los cuerpos de los 28 rehenes que estaban en manos de las milicias palestinas.

Un combatientes palestino de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam de Hamas vigilan la entrega de los restos de rehenes israelíes en la ciudad de Gaza.
Israel identifica los cuerpos de otros dos rehenes

Hasta el momento, Hamás solo ha entregado nueve cuerpos de los 28 rehenes fallecidos en su poder.

El grupo islamista ha asegurado en las últimas horas que ya no puede localizar más cadáveres sin la ayuda de un equipo especializado, debido a la extrema destrucción y escombros que hay en la Franja.

En Israel, el Instituto Nacional de Medicina Forense identificó los restos mortales que recibió anoche como los de los rehenes Inbar Hayman y Muhamed al Atresh.

Según un comunicado castrense, Hayman, de 27 años, -la última mujer que quedaba secuestrada- fue asesinada por Hamás en el festival Nova el 7 de octubre de 2023 y su cuerpo estuvo todo este tiempo retenido en Gaza.

Mientras, el sargento mayor al Atresh, rastreador de una brigada y padre de 13 hijos con dos esposas, murió en combate en la mañana del ataque múltiple de Hamás.
Funeral del soldado israelí y rehén Tamir Nimrodi en Kfar Saba, Israel, este 16 de octubre. EFE/EPA/Abir Sultan

El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas aseguró en un comunicado que su regreso brinda «cierto consuelo a las familias que han vivido con una incertidumbre agonizante durante más de dos años».

También reiteraron que no descansarán hasta que los cuerpos sin vida de los 19 rehenes que aun quedan en Gaza regresen a Israel.
Israel mata a otros 3 gazatíes; 23 desde el alto el fuego

Mientras, el Ejército israelí mató este jueves a tres gazatíes, confirmaron a EFE fuentes del Hospital Naser y del de Al Adwa, lo que eleva a 23 el número total de muertos desde la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás.

Uno de los fallecidos fue atacado por un dron israelí esta mañana en la zona de Al Saqiya, en la ciudad de Bani Suheila, al este de Jan Yunis, donde también se reportó un herido.

El segundo gazatí murió a causa de las heridas provocadas por un disparo del Ejército israelí hace dos días cerca de la Facultad de Ciencia y Tecnología también en Jan Yunis. El Hospital Naser recibió los dos cuerpos.

Además, una tercera persona murió hoy en otro ataque en el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, según una fuente del Hospital al Adwa.
Ataques cerca de donde hay tropas apostadas

Tras el alto el fuego alcanzado en la Franja, la población gazatí intenta regresar a sus hogares, pero cuando se acercan a la denominada «línea amarilla», donde el Ejército israelí sigue apostado, las tropas parecen dispuestas a abrir fuego.

Esta mañana, además de los ataques en Bani Suheila, se reportaron más disparos contra civiles en las ciudades de Abasan al Kabira, al Qarara, Qizan al Najjar y Maan, todas en el sureste de Jan Yunis.

Estas zonas se encuentran más allá de la «línea amarilla», una franja no delimitada sobre el terreno y que la mayoría de los gazatíes de a pie no sabe exactamente dónde se sitúa.

Testigos de la ciudad de Abasan al Kabira afirmaron que las fuerzas israelíes utilizaron altavoces para ordenar a los residentes que inspeccionaban sus propiedades que se marcharan inmediatamente.

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