Las autoridades israelíes revelaron este martes «una de las cuevas funerarias más impresionantes» jamás descubiertas en el país, que data de unos 2.000 años y que fue designada como «la tumba de Salomé», una de las comadronas presentes en el nacimiento de Jesús, según ciertas corrientes del cristianismo.
El sitio se halló hace 40 años por saqueadores de antigüedades en el bosque de Lachish, ubicado entre Jerusalén y la Franja de Gaza, lo que llevó a excavaciones arqueológicas que desvelaron una inmensa explanada que atestigua la importancia de esta cueva funeraria, de acuerdo a los arqueólogos.
El lugar, donde se encontraron cajas con huesos, incluye varias piezas y nichos excavados en la piedra. Se trata de una de las cuevas más «impresionantes» y «elaboradas» descubiertas en Israel, según la Autoridad de Antigüedades (AIA).
Primero, se destinó a ritos funerarios judíos y perteneció a «una rica familia judía que había dedicado muchos esfuerzos a la preparación de la cueva», señaló la misma fuente.
Esta se convirtió luego en una capilla cristiana dedicada a Salomé, lo atestigua la presencia de cruces y de una decena de inscripciones grabadas en las paredes que hacen referencia a ella.
«Salomé es una figura misteriosa», subrayó la AIA. «Según la tradición cristiana (ortodoxa), la comadrona de Belén no podía creer que se le pidiera dar a luz a una virgen, su mano se secó y sólo fue tratada mientras sostenía al bebé», precisó.
El culto de Salomé y el uso del sitio continuaron hasta el siglo IX, después de la conquista musulmana, precisó la AIA.
Algunas de las inscripciones se inscribieron en árabe, mientras que creyentes cristianos continuaron rezando en el lugar», agregó.
La excavación de la explanada, que se extiende sobre 350 metros cuadrados, sacó a la luz puestos de tiendas que, según los arqueólogos, proponían lámparas de arcilla.
Hemos encontrado cientos de lámparas completas y rotas que datan de los siglos VIII-IX», indicaron Nir Shimshon-Paran y Zvi Firer, directores de las excavaciones de la AIA en el sur de Israel.
Tal vez las lámparas se usaban para iluminar la cueva, o para ceremonias religiosas, de la misma manera que las velas se distribuyen hoy en las tumbas y en las iglesias», aseguraron.