Tras 44 días en el cargo, la primera ministra británica, Liz Truss, anunció su dimisión como líder del Partido Conservador y dejará la jefatura del Gobierno en cuanto se elija a su sucesor.
“No puedo cumplir el mandato por el que fui elegido por el Partido Conservador”, dijo.
La renuncia llega precedida por la crisis política y financiera desencadenada por la presentación en septiembre de su paquete de medidas económicas, que incluía recortes masivos de impuestos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
Truss se enfrentó a la rebelión entre sus filas y desde el miércoles, más de una decena de diputados conservadores pidieron su renuncia.
Entre los posibles sucesores están Rishi Sunak, Jeremy Hunt, Penny Mordaunt e incluso Boris Johnson, el predecesor de Truss que dimitió acorralado por una serie de escándalos.