La presidenta de Morena, Puebla, es todo lo contrario a lo que pregona su partido
Olga Lucía Romero Garci-Crespo, o Mónica Caballero Garci-Crespo, su nombre real, es la vergüenza de Morena, una de esas políticas incómodas que siguen en pie, pero con una larga y sucia reputación.
La Garci-Crespo lleva solo 6 años militando en Morena, antes era panita, a la par de su trabajo alterno de proxeneta. La política es sin duda una real vergüenza para todo partido, no se diga para Morena que se llama a sí mismo el partido de los pobres, los de “no robar, no mentir y no traicionar”, todo lo que la Garci-Creso no es. En la impunidad se han perdido todos los delitos de esta mujer que se burla abiertamente de Morena y de todos los mexicanos que todavía creen en Morena.
Aparecer en las fotos, publicar en redes y aparecer como funcionaria en los eventos públicos, no es suficiente para ser una política que sirva a su partido y a los mexicanos. Más bien la Garci-Crespo se ha servido de Morena para cumplir sus oscuros fines y ansias de poder. Es urgente que todo México conozca a la verdadera Olga Lucía Romero Garci-Crespo, la flamante presidenta de Morena, Puebla.