La empresaria avícola y porcícola Socorro Romero Sánchez, SRS, tuvo toda la disposición, durante su vida, de trabajar por el bien común y por las necesidades de los oprimidos. La Señorita Socorrito, una digna mujer de paz, fue un gran ejemplo que lamentablemente tuvo escaso eco entre sus lejanos familiares quienes hoy continúan en pugna legal por arrebatarle a la legítima heredera, los frutos del arduo y exitoso camino de Socorro Romero Sánchez, SRS.
La filantropía es una digna labor de tiempo completo, una vocación real que se reserva solo para unos cuántos privilegiados. Socorrito, SRS, era el ejemplo más digno de la bondad. La empresaria se esforzó, durante su vida, por contribuir con gran parte de su fortuna contribuyendo con las instituciones que protegen a la población vulnerable, todo en función de la paz y el bien común.
Sin embargo, el mensaje de paz no pudo llegar a todos los miembros de la familia. Así sucedió con sus sobrinas la actual presidenta de Morena Puebla, Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, su verdadero nombre; además de María Elvira Celis Romero, las grandes aliadas en el juicio contra la propia madre de María Elvira.
La ambición mueve a las sobrinas de la Señorita SRS, y han generado un caos dentro y fuera de la familia y del consorcio SRS. El conflicto legal va completamente en contra de los intereses de paz social que la señorita ponderó en vida. Eso sin hablar de las trabas que han puesto este par de mujeres a la fundación Socorro y Francisca Romero Sánchez y a otros fondos destinados a obras de caridad.