El Bayern Múnich derrotó por 1-0 al París SG este martes en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes y toma ventaja de cara a la vuelta en Alemania el próximo 8 de marzo.
El francés Kingsley Coman anotó el único gol (53) en un partido en el que el Bayern fue muy superior hasta la entrada en la cancha de Kylian Mbappé, que revolucionó al PSG, que al final tuvo ocasiones para haber empatado.
El equipo alemán acabó en inferioridad tras la expulsión de Benjamin Pavard al ver la segunda amarilla por una falta a Lionel Messi, por lo que el lateral francés se perderá la vuelta en Múnich.
Mucho se esperaba de la eliminatoria a priori más interesante de octavos (junto con la del Real Madrid y Liverpool), pero en la primera parte solo existió el Bayern Múnich en el Parque de los Príncipes.
Los alemanes apenas necesitaron 30 segundos para disparar por primera vez a puerta (Choupo-Moting) y se hicieron con el dominio del partido (60% de posesión al descanso), atacando constantemente el arco contrario (35 llegadas por solo 10 de los locales), aunque sin la puntería habitual en el campeón germano.
El mediocentro Joshua Kimmich, en un lanzamiento desde la frontal que atajó Gianluigi Donnarumma en el suelo (43) fue la ocasión más clara para los bávaros, mientras que la única acción ofensiva destacada de los parisinos fue un golpe franco que Lionel Messi estrelló en el muro (45+2).
Cierto que al PSG le faltó de inicio un puntal fundamental en ataque como Kylian Mbappé, que se quedó en el banquillo por la lesión muscular que arrastra desde hace dos semanas, pero el Bayern comenzó sin muchas de sus armas ofensivas (Davis, Müller y Gnabry no fueron titulares y Sadio Mané está lesionado).
Precisamente, tras la pausa entró Alphonso Davis y el lateral canadiense puso el centro que Coman convirtió en el primer gol del partido, con un remate raso que se le coló a Donnarumma por debajo del cuerpo (53).
Coman decide
El gol en contra obligó a Christophe Galtier a sacar a Mbappé, pero el Bayern se mantuvo muy efectivo en defensa y peligroso en ataque, con dos ocasiones clarísimas de Choupo-Moting, una primera que paró Donnarumma (62) y la segunda que estrelló en la madera (63).
El portero italiano del PSG fue de nuevo providencial al detener un cabezazo de Dayot Upamecano que hubiese significado el 2-0 (64), en una fase del partido en la que parecía que el Bayern era muy superior y que podía acabar incluso decidir la eliminatoria.
El equipo francés reaccionó al fin con una cabalgada por la izquierda de Mbappé, cuyo remate en el mano a mano ante Yann Sommer lo sacó el portero suizo con la cara (73).
Mbappé metió el miedo en el cuerpo a los alemanes, que dieron un paso atrás, dejando la iniciativa a los parisinos, que comenzaron a cercar el arco bávaro con mucho peligro.
Mbappé marcó el tanto del empate, pero fue invalidado por fuera de juego de Nuno Mendes en el inicio de la jugada (82); Pavard sacó un remate de Messi que iba a la red (84) y Sommer detuvo un peligroso disparo de Vitinha después de que el suizo entregase el balón a un rival (85).
Pero el marcador ya no se movió y el Allianz Arena dictará sentencia.
San Siro pesa
El Milan golpeó primero y se impuso por 1-0 ante el Tottenham, este martes en San Siro en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, con un gol del mediapunta español Brahim Díaz.
En un duelo con escasas ocasiones, el equipo local salió con más garra y en el minuto 7 logró el único gol del partido. La vuelta se disputará el 8 de marzo de en Londres.
Fue la tercera victoria en 10 partidos disputados en 2023 para un Milan que ha perdido virtualmente la posibilidad de renovar su título de la Serie A. En esta serie negativa se dejó además la Supercopa frente al Inter y fue eliminado en Copa por el Torino.
Con siete ‘Orejonas’ en sus vitrinas, el Milan regresó a los octavos de la gran competición por primera vez desde 2014. Hasta 75.000 personas llenaron San Siro para festejarlo frente a un equipo que cumplió sus expectativas.
“Fue un partido difícil, un combate como esperábamos. Hicimos el partido que teníamos que hacer, con atención, determinación y un gran trabajo de equipo”, señaló el técnico milanista Steano Pioli.
El también italiano Antonio Conte, preparador de los Spurs, compartió parte de este análisis: “Fue un partido intenso, muy equilibrado. Nuestro error fue conceder un gol a los cinco minutos, pudimos hacerlo mejor. Luego el partido fue más cómodo para el Milan”.
La mejor versión de Theo
Dispuesto a poner punto y final a su mala racha, el Milan había salido con más colmillo y el marcador rápidamente le dio la razón. En un salto el capitán milanista Theo Hernandez ganó por potencia al argentino ‘Cuti’ Romero, en una pequeña reedición de la última final del Mundial, y soltó un zapatazo que despejó en corto el arquero Fraser Forster.
Apareció Brahim para rematar y el sustituto del lesionado Hugo Lloris se sacó una mano milagrosa, pero el español estuvo oportuno para lanzarse en plancha y por fin rematar de cabeza a las redes.
Apagado tras la final perdida ante Argentina en Qatar, el menor de los hermanos Hernandez mostró su mejor versión, impulsado por la capitanía, siendo de nuevo el jugador superdotado capaz de cabalgar toda la banda izquierda.
Pero con el paso de los minutos la vehemencia milanista se fue diluyendo frente a un Tottenam más sosegado que intentaba ganar metros, probando con algún tiro lejano al rumano Cirpian Tatarusanu, sustituto del lesionado Mike Maignan.
Richarlison, sin peso
En el primer periodo el referente de los Spurs Harry Kane estuvo bien sujetado por el danés Simon Kjaer, que no dudó en parar con faltas al capitán de la selección inglesa para reducir su impacto en el juego.
Pocas ocasiones se contaban en un partido rudo, con el Milan sin encontrar la manera de conectar a su ariete Olivier Giroud y un Tottenham en el que Kane y Son Heung-min aparecían muy lejos de la portería.
Romero, que ya había quedado en evidencia en un par de acciones ante Theo, protagonizó la entrada más fea del partido, cuando clavó los tacos a Sandro Tonali. Vio la amarilla pero pudo ser roja (48).
Con este panorama el duelo avanzó hacia el minuto 70, cuando entró en juego en el Tottenham el internacional brasileño Richarlison en sustitución del sueco Dejan Kulusevski, pero el 9 de la Seleçao siguió mostrándose lejos de su mejor nivel con los Spurs.
En la recta final las mejores ocasiones fueron del Milan. Los revulsivos del banquillo, el belga Charles De Ketelaere y el brasileño Junior Mesias, no fueron capaces de cuadrar sus sencillos remates (78 y 79).